jueves, septiembre 30, 2010

Huelga General del 29-S: reflexiones.

Un saludo a tod@s ustedes.

Aprovecho esta entrada en el blog para hacer una reflexión sobre la Huelga General del 29-S y que he reproducido en un conocido foro cadista.

Ayer leí en el Diario Público unas declaraciones de Luís García Montero en los que venía a decir (no cito textualmente) que de los principios de la Revolución Francesa de "libertad, igualdad y fraternidad" se había perdido la "fraternidad". La conclusión que saco de la huelga es coincidente con lo citado por Luís García Montero y que explica la crisis de la izquierda social y política. Vamos a una sociedad cada vez más individualista, en la que la gente lucha y se compromete por causas únicamente si le afectan a él. En junio asistimos a la bajada de sueldos de los funcionarios y me resultaba triste ver como curritos como yo, pero de la empresa privada, aplaudían la medida. Y ahora me entristece escuchar a compañeros míos funcionarios decir que no se sumaban a la huelga del 29-S porque "ésta no era su lucha, ni ésta era su huelga". En definitiva, estamos asistiendo a una pérdida de solidaridad colectiva.

La derecha social y los poderes económicos mundiales deben estar ahora mismo frotándose las manos. Una crisis que jamás de los jamases han provocado los trabajadores ni los funcionarios, ni los desempleados, ni los autónomos ni los pequeños empresarios, y sobre todo, quienes dependen de una nómina, han generado un debate interno y un conflicto entre la gente que estamos debajo de ellos. Nadie critica a los Bancos, a la Bolsa, a los especuladores financieros, a los constructores y promotores inmobiliarios que se dedicaron en época de bonanza económica a subir los precios de un bien básico como la vivienda a niveles cercanos al lujo. No, aquí nos peleamos si los culpables de la crisis son los rumanos que viven en poblados chabolistas, los inmigrantes que realizan trabajos que no quieren realizar los trabajadores españoles, los desempleados a los que se les amplía en una cuantía ridícula la prestación por desempleo, los que preciben pensiones no contributivas, los que acuden al médico de cabecera a pedir una receta, los que colapsan las urgencias, etc, etc. Si yo fuera Emilio Botín estaría frontándome las manos.

Vuelvo al tema del individualismo. No son tiempos de solidaridad colectiva. Eso lo ha entendido muy bien la socialdemocracia, que ha sabido entender y adaptarse a este cambio social que ha transformado todas las estructuras de las relaciones laborales, quedando el marco jurídico de estas relaciones laborales obsoleto. No tengo más que decir. Pero en mi punto de vista, una izquierda que renuncie a la solidaridad colectiva, al principio de "fraternidad" de la Revolución Francesa no es ni será mi izquierda. Ni entiendo el nuevo sindicalismo corporativo que mira únicamente por los intereses del colectivo a que defiende (funcionarios, pilotos de aviación, docentes, médicos, etc.). Cuando decidí militar en un sindicato de clase como CC.OO. lo hice pensando en apoyar a un sindicato que defienda a la clase trabajadora, sin distingos de profesión u oficio o empresa.

Podemos a partir de ahora generar un debate sobre el modelo de izquierda, el modelo de sindicalismo, el papel de los nuevos movimientos sociales en la transformación de la realidad, pero si cualquier cambio evolutivo que se haga en este modelo supone renunciar o arrinconar los principios de la solidaridad colectiva creo que como trabajadores perdemos todos.

Mis felicitaciones a aquellos/as compañeros/as que, pudiendo ejercer libremente su derecho a la huelga y compartiendo los objetivos de la huelga, han decidido hacerla.
P.D. Foto extraída de La Voz Digital correspondiente a la Manifestación de ayer 29-S.

2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Me temo que los únicos que no han sido solidarios han sido el resto de ciudadanos que no han apoyado a los 4 millones de parados existentes. Desde hace cuatro años que empezó el declive, nadie ha movido un dedo por esos desempleados que han ido cayendo, mientras veiamos los abrazos de los sindicalistas con el gobierno , dandose palmaditas en las espaldas para intentar un consenso con la reforma laboral pero que realmente no querían, despues de tres años, cuando le ha llegado a los funcionarios la crisis, los sindicatos se han dado cuenta de que no han hecho nada y que tienen que demostrar que estan ahí para algo. Los sindicatos han quedado en entre dicho y solamente existe una crisis, la que viven los que desgraciadamente no son funcionarios. Dejad que los ciudadanos se manifiesten libremente pero dejad al resto que no ha creido en esta falsa huelga. Para que los piquetes informativos ¿es que somos tontos? la gente sabe muy bien como está el pais y tiene su propia opinión, no gasteis dinero en propanganda y limpiad Cádiz de todos los carteles que inundan los soportales de esta bella ciudad. ¡libertad! eso lo han inculcado despues de la transición, libertad, democracia y no a la coacción que los sindicatos cuando les viene en gana hacen de la ciudadania porque no lo olvidemos ellos manejan a su antojo a los que pagan sus cuotas y luego dicen que los defiende cuando le hace falta pero todos sabemos que no es así. Los sindicatos son como la iglesia siempre ha querido manipular, coacionar y manejar a sus intereses, es una SECTA.
Saludos

1:55 p. m.  
Anonymous adonde vamos said...

Al hilo del comentario anterior, quisiera decir que no sólo estoy de acuerdo en que nadie representa a los parados en las instituciones, sino que también opino que el paro no es un número que sube y baja como la marea y que ya habrá suerte mañana si hay menos numeritos en el INEM; es un fenómeno estructural. Lamento que haya quien vote al PP o al PSOE o a Espinete en pijama las próximas elecciones. Ojalá no vote nadie y por fin no puedan ocultar que a los que no votan tampoco los representa nadie.
Y otra cosa que me temo que es cierta es que tendemos hacia un individualismo que ojo, no me parece natural en una sociedad humana, pero si lógico dada la que está cayendo... ese es el motivo de que sea un fenómeno en auge a pesar de ser contraproducente. Ayer echaban en TVE una peli de Harrison Ford, "Único testido" o algo de eso. Y salía una secta de metodistas de esos que ahí por USA, que no tienen ni TV ni radio ni ná: y un poco el meollo del asunto era que un consejo de ancianos decidía en la comunidad si apartaban a la piba buena por liarse con el guaperas de la capital o no. Que una institución del Gobierno de España se atreviera a decidir cosas así sobre la vida de la gente sería tiránico en la realidad, pero lo que ocurrió en la peli a mi me pareció que estaba bien. Y es que las instituciones que tenemos hoy día no nos representan: no hablo de regreso a la tribu, no desprecio la tecnología que tanto ayuda y puede ayudar al hombre. Pero un regreso a la realidad no vendría mal a nuestra neurótica sociedad, ya que en pleno s.XXI hay más esclavos que en ninguna otra época de la Historia.

4:22 p. m.  

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