Ya llega la primavera

Un saludo a tod@s ustedes.

Ya llega la primavera. Mañana se supone que entra la estación más bonita del año. Todos los campos comienzas a florecer, los días son cada vez más largos, la temperatura es más agradable y aumentan las ganas de estar en la calle sin hacer nada, simplemente viendo pasar el tiempo.

Pero primavera también es sinónimo de plenitud de actividad. Ahora en abril vuelvo a los exámenes de la Junta de Andalucía de Grupos Superiores, pero de acceso libre (aún no puedo presentarme a la promoción interna). Además en menos que canta un gallo vuelvo a los exámenes del mes de mayo-junio de la UNED, para ver si termino de quitarme Introducción a la Ciencia Política y Filosofía y Metodología de las Ciencias Sociales. A esto hay que sumarle las diversas medias maratones y carreras populares varias de los domingos. Es estresante pero... ¿de verdad no creeis que es bonito?

Llega un momento en que me acostumbro a este nivel de actividad. Y sobre todo me doy cuenta que rindo más en las actividades que me propongo si tengo este exceso de actividad porque cada actividad que afronto me supone un "descanso" de la anterior y me supone emplearme en ella con intensidad y sin poder perder el tiempo. Así que estos tres meses que vienen son auténticamente ilusionantes.

Por ahora, y pensando en lo inmediato, toca disfrutar de esta gran noche de Semana Santa. Esta noche pasan por mi barrio las procesiones de Sanidad, Medinaceli y Perdón si el tiempo no lo impide. No soy muy aficionado a la Semana Santa pero quizás cuando me acerco a ella siempre el marco estético me ha hecho disfrutar.

Bueno, cierro esta intervención no sin antes deciros que la imagen que acompaña mi intervención es el cuadro "La primavera" del pintor renacentista italiano Sandro Boticelli (1445-1510). Fue un encargo de los Medici al pintor para su residencia. En esta pintura aparecen figuras de la mitología clásica. En el centro aparece Venus, realizando el tradicional saludo de bienvenida. Está acompañada por su hijo, Cupido (Dios del Amor), que está apuntando con su flecha ardiendo. Sus acompañantes, las Tres Gracias ‑diosas del encanto, la gracia y la belleza-, bailan junto a ella. Aparecen cogidas de las manos, sonrientes y juveniles, vestidas con trajes livianos y transparentes. A la izquierda del cuadro, Mercurio, que queda identificado por los calzados con alas y por el caduceo usado para separar serpientes y hacer la paz (Botticelli ha representado las serpientes como dragones alados); con su yelmo y su espada, parece claramente el guardián del jardín de Venus. Estira la mano para tocar las nubes con su caduceo para dispersar la niebla

Las tres figuras que aparecen a la derecha de la Primavera proceden de un antiguo mito que Ovidio narra en su obra Los Fastos. En el relato, la ninfa griega Cloris cuenta cómo se convirtió en “reina de las flores”. Un día de primavera que iba paseando, Céfiro la persiguió y la violó, pero luego se casó con ella y la convirtió en diosa de la primavera, a quien los romanos llamaron Flora. De la boca de Cloris salen flores, como prueba de su origen bucólico. En palabras de Ovidio, “respira las rosas de la primavera”. Botticelli representa a Cloris con flores que salen de su boca, como si se convirtiera en Flora al ser abrazada por Céfiro. La figura junto a ella se identifica a menudo como la renacida Flora.

Bueno, ya que estamos con un día bastante malo, al menos os dejo con este cuadro para que cuando lo veáis os suba la moral. Nada más, feliz día y los que salgáis a correr procurad cuidaros en estas fechas.