Contra la Europa de la explotación laboral
Un saludo a tod@s ustedes.
Hoy quiero abordar una noticia que me resulta sorprendente en los tiempos que corren hoy en día. Se trata de la aprobación por mayoría cualificada de los países de la Unión Europea de la ampliación de los límites de la jornada laboral para que un empleado pueda trabajar hasta un máximo de 65 horas semanales, si así lo acuerda con el empresario.
No hace falta que explique que esto es una agresión más (y van ya nosecuantas) a los derechos de los trabajadores. Mientras el desempleo crece, mientras se habla de compatibilizar la vida laboral con la familiar, mientras las jóvenes generaciones tienen problemas para acceder al mercado de trabajo resulta que la iniciativa que nos ofrece la todopoderosa Unión Europea a los trabajadores es ampliar la jornada laboral hasta un tope de 65 horas. Y esta medida se supone que debe ser compatible con otras políticas contradictorias como la incorporación de la mujer al mercado de trabajo, la lucha contra la siniestralidad laboral, la lucha contra el desempleo de los sectores más vulnerables de la población (mujeres, jóvenes, discapacitados, etc). En los comienzos de nuestra democracia ya fue un logro alcanzar la jornada laboral de 40 horas, pero parece que los trabajadores vamos dando pasos atrás para, ni siquiera tomar impulso.
Espero por parte de los sindicatos (al menos lo espero del mío, CC.OO) una actitud combativa. Deseo también que el Gobierno sea capaz de liderar un discurso a favor de una Europa más social (pese a que se haya abstenido en la votación de esta medida en el Consejo Europeo), espero que la izquierda alternativa europea dé batalla contra esta barbaridad y, sobre todo, que los que somos trabajadores por cuenta ajena y no tenemos mayor patrimonio personal que el de nuestro trabajo seamos capaces de movilizarnos y hacer frente a esta medida.
Estas son las consecuencias de que la economía deje de estar al servicio del hombre. El hombre termina siendo un esclavo de la economía. El trabajador se deshumaniza para pasar a convertirse en un autómata cuya única función es la de "producir" riqueza en favor del sistema (que en este caso se reduce a unos pocos, a una economía de propietarios que se reparten el pastel de las ganancias que otros producen).
A menor escala, reducir ocio, en mi caso, implica dejar de tener tiempo para practicar atletismo, compartir tiempo con mis amigos, estudiar por el placer de formarme en Ciencias Políticas, salir a pasear, disfrutar de la naturaleza. En definitiva, tiempo para VIVIR y SER PERSONA HUMANA.
Solamente una cuestión que planteo de cara a la reflexión. ¿Qué tienen que decir las empresas de los sectores del ocio? ¿Son viables las empresas de ocio si los consumidores no pueden tener posibilidad material de consumir (cines, discotecas, gimnasios, parques de atracciones, hoteles, agencias de viajes, etc.? Aquí dejo la pregunta por si alguien se ve capaz de convencerme de la bondad de esta medida.
2 Comments:
Hablando de trabajo, ya podían los rusos haber entrenao más el furbo que el baloncesto...
... Por cierto, trabajá 65 horas es bueno porque se te pone cara de chino y hace juego con la camiseta del Cádi. O eso dice Solbes, creo.
Y Yo que habia echao un currículus en Gizeh a ver si habia un contratito indefinío llevando bloques ... y al final resulta que a lo mejó no hay que irse tan lejo ya pa está enkadenao. En fin, que pekeño es el mundo ...
Ondia, yo hago cuentas y me sale que trabajo aproximadamente entre 25 y 30 horas...ahora sí, es un trabajo extenuante, muy físico y muy intenso...y también peligroso, de vez en cuando me llevo un buen mordisco...je je
Ciao ciao
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