Aprobación de la Ley de la muerte digna en Andalucía

Un saludo a tod@s ustedes.

Llevaba bastante tiempo con el blog moribundo, como la noticia que quiero abordar, pero tengo ganas de volcar en este espacio público mi punto de vista.

Como sabréis quienes andáis informado el pasado 17 de marzo el Pleno del Parlamento de Andalucía ha aprobado por unanimidad, con los votos de PSOE, PP e IU-CA, la Ley de Derechos y garantías de la dignidad de la persona en el proceso de la muerte. Esta Ley, conocida en el argot popular como Ley de la Muerte Digna, responde a un mandato del nuevo Estatuto de Autonomía de Andalucía, en cuyo artículo 20 se reconoce, entre otros derechos, a la plena dignidad en el proceso de la muerte. Esta Ley andaluza reconoce el derecho a recibir, o no si así lo desea el paciente, información clínica veraz y comprensible sobre su diagnóstico, con el fin de ayudarle en la toma de decisiones. También se regula el derecho del paciente a recibir tratamiento para el dolor, incluyendo la sedación paliativa y cuidados paliativos integrales en su domicilio siempre que no estén contraindicados. La persona afectada podrá igualmente rechazar o paralizar cualquier tratamiento o intervención, aunque ello pueda poner en peligro su vida.

Reconozco que me falta información sobre este tema pero tengo la sensación de que estos derechos reconocidos en esta Ley no son ninguna novedad puesto que la práctica sanitaria habitual ya asume estas prácticas. Todos hemos conocido familiares y allegados que en su última fase vital se le han insertado parches de morfina para mitigar el sufrimiento de sus dolencias y para lograr la sedación que en estos casos termina en la muerte. Por eso, quizás la Ley desde mi punto de vista no aporte novedad alguna a la práctica médica pero al menos es positivo que desde una institución democrática como el Parlamento de Andalucía se haya abordado este tema con madurez y sentido común y que incluso se haya llegado al consenso unánime sumándose el PP en un tema que a algunos sectores de su electorado puede incomodarles.

Me gustaría es que esta Ley no se convierta en un parche o en un tabú para evitar debates posteriores más necesarios. Y en este sentido hablo aquí de la necesidad de abordar de una vez la eutanasia. Algunos países europeos, de incluso mayor sensibilidad religiosa que el nuestro, ya tienen recogido este derecho y no estaría mal que España abordase este tema con la finalidad de recoger este derecho para quienes quieran ejercerlo voluntariamente y siempre con las restricciones, controles y limitaciones lógicas para que este derecho no termine desvirtuándose.

El problema de Leyes como la andaluza es que, como he dicho antes, puede ser un parche para evitar abordar cuestiones más importantes. Si aprobar esta Ley supone imponer un deber/renuncia del Estado a regular la eutanasia creo que para este viaje no necesitábamos estas alforjas. Se corre el riesgo de que a estas Leyes parches le suceda lo mismo que a las diversas Leyes de Parejas de Hecho que han ido aprobando los diversos Parlamentos autonómicos y que quiso utilizar el PP para evitar regular el matrimonio entre personas del mismo sexo. El reconocimiento de este derecho en el año 2005 suponía un logro de nuestra democracia tras años/siglos de persecución, tortura y cárcel al colectivo homosexual. Al final fue la mayoría socialista junto con los diversos partidos de izquierdas quienes terminaron reconociendo el derecho de las parejas del mismo sexo a contraer matrimonio y, por mi parte, espero que con la eutanasia suceda lo mismo y se llegue a una regulación civilizada propia de un estado democrático que concilia la dignidad de la vida humana con la libertad individual.