Cáritas: una sociedad con valores es una sociedad con futuro
Un saludo a tod@s ustedes.
Estamos terminando el año 2009. Apenas quedan dos días para ello. Son fechas en las que suele repetirse el mismo ritual de siempre: las comidas de Navidad con compañeros de trabajo y con amigos, la Lotería de Navidad que nunca toca, la tradicional noche de Navidad reunido con la familia, las tradicionales quedadas con viejos amigos que vuelven a Cádiz por Navidad, la celebración del Fin de Año, los resúmenes del año en las TV’s, las tradicionales compras navideñas, los balances personales, los deseos para el próximo año venidero, etc. En definitiva, todo muy usual y cotidiano en estas fiestas.
En el final del año suele ser tradicional hacer un balance. Yo siempre lo he hecho y también he comentado en años anteriores mis deseos en voz alta para el año venidero. Este año creo que me voy a saltar esta costumbre, porque entre otras cosas estoy harto de ponerme objetivos para el año próximo que luego no suelo cumplir (menos mal que ni fumo ni tengo problemas de sobrepeso, je,je,je,je…). Lo que sí quiero es comentar en voz alta como resumen personal del año una experiencia a la que me he apuntado en este año de crisis y que, sin duda, creo que me va a marcar en lo personal a partir de ahora.
Rondaba el mes de marzo-abril cuando la crisis económica azotaba duro a nuestra sociedad. No había telediario, informativo, cadena de radio, debate de opinión en que no se repitiera como un mantra la palabra maldita: CRISIS. Esta palabra ha ido creando un estado de ánimo en todos nosotros que sin duda nos está haciendo cuanto menos reflexionar. Soy de los que creo que nada será como antes y también espero y deseo que sepamos corregir errores. Los datos del paro nos mantenían a todos asustados y sorprendidos y esto ha sacado a la superficie de la placidez del desarrollismo económico de los últimos años una cantidad de problemas sociales que estaban latentes. A día de hoy la tan criticada Iglesia Católica –merecidamente en muchas ocasiones- ha tenido que desempeñar aun más si cabe el papel de auxiliar a aquellas personas a las que el Estado no es capaz de proteger o no es capaz de llegar. Las peticiones de ayudas de comedor o los pagos de recibos de luz y agua a Cáritas se han visto desbordadas en este año e incluso el Obispo de Cádiz tuvo que pedir a todos los fieles cristianos que donaran el 10% del sueldo para poder recaudar fondos y poder atender estas situaciones de necesidad en un momento excepcional como el que nos encontramos.
Estamos terminando el año 2009. Apenas quedan dos días para ello. Son fechas en las que suele repetirse el mismo ritual de siempre: las comidas de Navidad con compañeros de trabajo y con amigos, la Lotería de Navidad que nunca toca, la tradicional noche de Navidad reunido con la familia, las tradicionales quedadas con viejos amigos que vuelven a Cádiz por Navidad, la celebración del Fin de Año, los resúmenes del año en las TV’s, las tradicionales compras navideñas, los balances personales, los deseos para el próximo año venidero, etc. En definitiva, todo muy usual y cotidiano en estas fiestas.
En el final del año suele ser tradicional hacer un balance. Yo siempre lo he hecho y también he comentado en años anteriores mis deseos en voz alta para el año venidero. Este año creo que me voy a saltar esta costumbre, porque entre otras cosas estoy harto de ponerme objetivos para el año próximo que luego no suelo cumplir (menos mal que ni fumo ni tengo problemas de sobrepeso, je,je,je,je…). Lo que sí quiero es comentar en voz alta como resumen personal del año una experiencia a la que me he apuntado en este año de crisis y que, sin duda, creo que me va a marcar en lo personal a partir de ahora.
Rondaba el mes de marzo-abril cuando la crisis económica azotaba duro a nuestra sociedad. No había telediario, informativo, cadena de radio, debate de opinión en que no se repitiera como un mantra la palabra maldita: CRISIS. Esta palabra ha ido creando un estado de ánimo en todos nosotros que sin duda nos está haciendo cuanto menos reflexionar. Soy de los que creo que nada será como antes y también espero y deseo que sepamos corregir errores. Los datos del paro nos mantenían a todos asustados y sorprendidos y esto ha sacado a la superficie de la placidez del desarrollismo económico de los últimos años una cantidad de problemas sociales que estaban latentes. A día de hoy la tan criticada Iglesia Católica –merecidamente en muchas ocasiones- ha tenido que desempeñar aun más si cabe el papel de auxiliar a aquellas personas a las que el Estado no es capaz de proteger o no es capaz de llegar. Las peticiones de ayudas de comedor o los pagos de recibos de luz y agua a Cáritas se han visto desbordadas en este año e incluso el Obispo de Cádiz tuvo que pedir a todos los fieles cristianos que donaran el 10% del sueldo para poder recaudar fondos y poder atender estas situaciones de necesidad en un momento excepcional como el que nos encontramos.
Ante este panorama comienzo a reflexionar con una única pregunta: ¿QUÉ HACER?. En mi caso me planteo que quiero contribuir a poner mi pequeño granito de arena para luchar contra esta crisis y todo lo que conlleva. Y en esta pregunta me surge la idea de por qué no colaborar con Cáritas Diocesanas de Cádiz. Ahora la cuestión siguiente era responder la pregunta: ¿EN QUÉ PUEDO AYUDAR?
Como primera forma de contacto googleando visito el portal de Cáritas Diocesanas de Cádiz y Ceuta. Allí obtengo una primera información del papel de Cáritas en Cádiz, de los diversos servicios que presta, del papel de los voluntarios, de las necesidades asistenciales, etc. Observo que en la página web aparece un Servicio de Orientación Laboral existente en la Barriada de Loreto y en el que por mi experiencia y formación en materia de empleo considero que podría ser útil.
Contacto con Secretaría General de Cáritas a través de correo electrónico. Al poco tiempo se pone en contacto conmigo Antonio, de Servicios Generales, quien tras una entrevista personal y tras yo comentarle que me podía sentir útil prestando mis servicios en dicho Servicio de Orientación Laboral me emplaza para que tenga una cita con las responsables de aquel Servicio.
Tras recibir la llamada telefónica de Ana, acudo citado para conocer aquellas dependencias y ver el servicio que prestan. Ese primer día nos conocemos y me explican el trabajo que realizan desde hace años. Les pongo al corriente de mi experiencia en materia de orientación laboral y de mi disponibilidad para que cuenten conmigo.
Mi trabajo como voluntario lo ejerzo todos los jueves por la mañana. Consiste en atender a quienes acuden allí a pedirnos información sobre ofertas de empleo, y también a quienes buscan orientación laboral sobre habilidades básicas para buscar empleo (curriculum, carta de presentación, inserción de curriculum en portales de empleo, etc.). Las personas que acuden allí vienen por iniciativa propia o bien porque vienen derivadas de las diversas Cáritas Parroquiales. El trabajo nuestro es de acogida, de información, de formación en las habilidades básicas de búsqueda de empleo y, sobre todo, de motivación en momentos difíciles como los que vivimos ahora. Allí les informamos sobre ofertas de empleo, les elaboramos curriculum a quienes no lo tienen hecho, les informamos de las entidades públicas y privadas que tienen Bolsa de Empleo y, sobre todo, les animamos y ayudamos para que su lucha no les resulte tan dura.
El perfil de las personas a las que he tenido que atender suelen ser inmigrantes sudamericanos o magrebíes, con permiso de trabajo o ilegales, que vienen a buscar un empleo de baja cualificación. El colectivo de inmigrantes son los que presentan mayor flexibilidad y motivación a la hora de buscar empleo. Generalmente buscan empleo en servicio doméstico, hostelería o en el sector de la construcción. Y también acuden a nosotros antiguos empleados del sector de la construcción que han perdido su empleo en un momento como el actual en el que el ladrillo vive sus horas más bajas, y que carecen de formación académica para poder reconvertirse a otros sectores. También destacar a mujeres con cargas familiares (madres solteras, divorciadas, mujeres víctimas de violencia machista, etc.) que buscan empleo en tareas del hogar como forma de poder subsistir y sacar a su familia adelante.
La experiencia a nivel humano y personal me está resultando enriquecedora. Realmente los éxitos en el trabajo que tiene Cáritas en materia laboral no son abundantes teniendo en cuenta la situación actual de crisis y la falta de empleo en el mercado laboral de la zona, pero cuando se logra alguna inserción la sensación de logro es mayor porque hablamos de colectivos de difícil inserción, y en muchos casos concretos, de personas que vienen de sufrir un proceso de desestructuración en sus vidas, con problemas de alcoholismo, drogadicción, problemas familiares, antiguos reclusos, inmigrantes que tienen que hacer frente a la dificultad de adaptarse a un entorno que les resulta hostil, etc. En mi voluntariado semanal veo en primera línea de combate las consecuencias de la crisis y le pongo rostro humano a lo que para los medios informativos y para la clase política no son más que un conjunto de cifras y datos de magnitudes macroeconómicas.
El lema de la campaña de Cáritas España 2009-2010 es “una sociedad con valores es una sociedad con futuro”. La crisis nos ha demostrado que si la sociedad abandonamos el afán de tener, el consumismo, el dinero fácil, el despilfarro y estimulamos entre nosotros lazos de unión, solidaridad y afecto estamos creando una alternativa al modelo económico y social imperante actualmente y que nos ha llevado hasta la crisis que estamos viviendo hasta ahora. Se trata de valorar al género humano por lo que es y no por lo que tiene, no por lo que consume o por lo que puede gastar. En definitiva, se trata de situar al ser humano en el centro de todas las cosas y no a la economía ni al mercado. Solo incorporando valores humanos y éticos a la economía y a la política podemos tener un futuro más esperanzador y menos depredador con el hombre, la naturaleza y el Planeta. Me parece un lema acertadísimo para una campaña en el momento actual en el que muchos de los valores y esquemas que parecían indiscutibles e inamovibles tras la caída del Muro de Berlín se comienzan a deshacer como un azucarillo.
Este sería el resumen personal que realizo sobre lo acontecido en este año 2009 que está finalizando y del que destaco la experiencia vivida como voluntario de Cáritas realizando funciones de orientación laboral en el Servicio de Orientación Laboral que tiene esta institución en el Barrio de Loreto. Una experiencia enriquecedora y que me está aportando a nivel personal y humano mucho y de la que estoy aprendiendo bastante. Además, creo que la labor que Cáritas realiza en materia asistencial, de acogida y acompañamiento a las personas más necesitadas, de concienciación y denuncia de la pobreza material y de las situaciones de desigualdades flagrantes en nuestro Primer Mundo, de fomento del comercio justo, responsable, solidario y sostenible, y a nivel internacional ocupándose de las zonas más pobres del planeta es a mi juicio la parte más enriquecedora de la Iglesia a la que pertenezco. Como cristiano me siento muy orgulloso de la manera en que Cáritas porta en la sociedad actual el mensaje de amor y de solidaridad que nos legó Jesucristo.
Como primera forma de contacto googleando visito el portal de Cáritas Diocesanas de Cádiz y Ceuta. Allí obtengo una primera información del papel de Cáritas en Cádiz, de los diversos servicios que presta, del papel de los voluntarios, de las necesidades asistenciales, etc. Observo que en la página web aparece un Servicio de Orientación Laboral existente en la Barriada de Loreto y en el que por mi experiencia y formación en materia de empleo considero que podría ser útil.
Contacto con Secretaría General de Cáritas a través de correo electrónico. Al poco tiempo se pone en contacto conmigo Antonio, de Servicios Generales, quien tras una entrevista personal y tras yo comentarle que me podía sentir útil prestando mis servicios en dicho Servicio de Orientación Laboral me emplaza para que tenga una cita con las responsables de aquel Servicio.
Tras recibir la llamada telefónica de Ana, acudo citado para conocer aquellas dependencias y ver el servicio que prestan. Ese primer día nos conocemos y me explican el trabajo que realizan desde hace años. Les pongo al corriente de mi experiencia en materia de orientación laboral y de mi disponibilidad para que cuenten conmigo.
Mi trabajo como voluntario lo ejerzo todos los jueves por la mañana. Consiste en atender a quienes acuden allí a pedirnos información sobre ofertas de empleo, y también a quienes buscan orientación laboral sobre habilidades básicas para buscar empleo (curriculum, carta de presentación, inserción de curriculum en portales de empleo, etc.). Las personas que acuden allí vienen por iniciativa propia o bien porque vienen derivadas de las diversas Cáritas Parroquiales. El trabajo nuestro es de acogida, de información, de formación en las habilidades básicas de búsqueda de empleo y, sobre todo, de motivación en momentos difíciles como los que vivimos ahora. Allí les informamos sobre ofertas de empleo, les elaboramos curriculum a quienes no lo tienen hecho, les informamos de las entidades públicas y privadas que tienen Bolsa de Empleo y, sobre todo, les animamos y ayudamos para que su lucha no les resulte tan dura.
El perfil de las personas a las que he tenido que atender suelen ser inmigrantes sudamericanos o magrebíes, con permiso de trabajo o ilegales, que vienen a buscar un empleo de baja cualificación. El colectivo de inmigrantes son los que presentan mayor flexibilidad y motivación a la hora de buscar empleo. Generalmente buscan empleo en servicio doméstico, hostelería o en el sector de la construcción. Y también acuden a nosotros antiguos empleados del sector de la construcción que han perdido su empleo en un momento como el actual en el que el ladrillo vive sus horas más bajas, y que carecen de formación académica para poder reconvertirse a otros sectores. También destacar a mujeres con cargas familiares (madres solteras, divorciadas, mujeres víctimas de violencia machista, etc.) que buscan empleo en tareas del hogar como forma de poder subsistir y sacar a su familia adelante.
La experiencia a nivel humano y personal me está resultando enriquecedora. Realmente los éxitos en el trabajo que tiene Cáritas en materia laboral no son abundantes teniendo en cuenta la situación actual de crisis y la falta de empleo en el mercado laboral de la zona, pero cuando se logra alguna inserción la sensación de logro es mayor porque hablamos de colectivos de difícil inserción, y en muchos casos concretos, de personas que vienen de sufrir un proceso de desestructuración en sus vidas, con problemas de alcoholismo, drogadicción, problemas familiares, antiguos reclusos, inmigrantes que tienen que hacer frente a la dificultad de adaptarse a un entorno que les resulta hostil, etc. En mi voluntariado semanal veo en primera línea de combate las consecuencias de la crisis y le pongo rostro humano a lo que para los medios informativos y para la clase política no son más que un conjunto de cifras y datos de magnitudes macroeconómicas.
El lema de la campaña de Cáritas España 2009-2010 es “una sociedad con valores es una sociedad con futuro”. La crisis nos ha demostrado que si la sociedad abandonamos el afán de tener, el consumismo, el dinero fácil, el despilfarro y estimulamos entre nosotros lazos de unión, solidaridad y afecto estamos creando una alternativa al modelo económico y social imperante actualmente y que nos ha llevado hasta la crisis que estamos viviendo hasta ahora. Se trata de valorar al género humano por lo que es y no por lo que tiene, no por lo que consume o por lo que puede gastar. En definitiva, se trata de situar al ser humano en el centro de todas las cosas y no a la economía ni al mercado. Solo incorporando valores humanos y éticos a la economía y a la política podemos tener un futuro más esperanzador y menos depredador con el hombre, la naturaleza y el Planeta. Me parece un lema acertadísimo para una campaña en el momento actual en el que muchos de los valores y esquemas que parecían indiscutibles e inamovibles tras la caída del Muro de Berlín se comienzan a deshacer como un azucarillo.
Este sería el resumen personal que realizo sobre lo acontecido en este año 2009 que está finalizando y del que destaco la experiencia vivida como voluntario de Cáritas realizando funciones de orientación laboral en el Servicio de Orientación Laboral que tiene esta institución en el Barrio de Loreto. Una experiencia enriquecedora y que me está aportando a nivel personal y humano mucho y de la que estoy aprendiendo bastante. Además, creo que la labor que Cáritas realiza en materia asistencial, de acogida y acompañamiento a las personas más necesitadas, de concienciación y denuncia de la pobreza material y de las situaciones de desigualdades flagrantes en nuestro Primer Mundo, de fomento del comercio justo, responsable, solidario y sostenible, y a nivel internacional ocupándose de las zonas más pobres del planeta es a mi juicio la parte más enriquecedora de la Iglesia a la que pertenezco. Como cristiano me siento muy orgulloso de la manera en que Cáritas porta en la sociedad actual el mensaje de amor y de solidaridad que nos legó Jesucristo.
Si alguno tiene tiempo e interés en colaborar con Cáritas o con cualquier otra organización le aconsejo que se dirija a aquella en la que se pueda sentir más útil y muestre su disponibilidad a colaborar. Y si no dispone de tiempo, que al menos procure ser generoso en su entorno concreto e inmediato porque creo que el mundo necesita de nuestras modestas aportaciones para hacer de él un lugar más justo y más habitable.
Termino deseando a todos y a todas ustedes una Feliz entrada de año 2010.
Termino deseando a todos y a todas ustedes una Feliz entrada de año 2010.
3 Comments:
Me alegro mucho de que esa experiencia te esté enriqueciendo tanto, y aprovecho para felicitar a Caritas por contar contigo, aunque sólo sean los jueves por la mañana.
Te deseo un año lleno de las cosas que aportan e importan. Un abrazo.
Que eres buena gente, eso es indiscutible, enorme calidad de ser humano y buen compañero, pero de donde narices sacas tiempo Emilio? que barbaridad, si entre el curro, examenes, entrenos y demas uff.
Buenaaaaaaaaaas.
Para el Capitán. La expriencia me está enriqueciendo. La verdad es que merece la pena sentirse útil ayudando a personas en cosas en las que sé que les puedo echar un cable (elaborar un cv, meter un cv. en un portal de empleo, decirles los sitios donde consultar ofertas de empleo, etc.).
Para Irishdecai.
A veces me sorprendo por la cantidad de cosas que puedo llegar a hacer a la vez, pero en el fondo el tener un horario de trabajo privilegiado (no tener la jornada partida es ya un logro en esta sociedad del "presencialismo laboral") y además que no suelo ver la TV pues me permite aprovechar muchos ratitos muertos y sacarles partido.
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