martes, abril 27, 2010

Media maratón de Viena


Un saludo a tod@s ustedes.

Hace una semana que regresé de Viena, capital austríaca en la que participé en su Maratón pero haciendo la Media. Fue una pequeña aventura que planteé allá por el mes de enero. Tenía ganas de hacer algo de turismo y aproveché la ocasión para compaginar el deporte con el turismo y la cultura.

Ante todo deciros que Viena es un encanto de ciudad. Una ciudad que compagina los monumentos, los edificios históricos, las plazas con estatuas singulares y unos parques que parecen bosques. Fueron 3 días completos en los que me dediqué a conocer la ciudad, caminarla, descubrir sus pequeños tesoros y disfrutarla a tope. Conocer en vivo el Hoffburg, el Palacio Belvedere con sus jardines impresionantes, los Teatros y Salas de Ópera, sus cafés. el Schonbrunn y sus jardines, el Parlamento austríaco de estilo neoclásico fue algo impresionante y que os recomiendo su visita.

En cuanto a lo meramente deportivo acudía a la cita deportiva como llevo acudiendo a todas ellas útimamente: con falta de entrenamiento, centrándolo éste en rodajes largos y aparcando a un lado las series de calidad. Además, si a esto le sumamos que desde el jueves que me puse en camino hasta el día de la Media maratón no entrené nada las piernas iban muscularmente flojas.

Llego a las 8 de la mañana del domingo en Metro hasta la Parada de Alter Donau. Allí me bajo y acudo a la zona de salida. Me cambio de ropa dejándome una camiseta blanca que luego me quitaría minutos antes de la salida para poder mantener así la temperatura corporal. Hacía un poquito de fresco pero era una temperatura agradable para correr.

Tras deshacerme de la ropa y entregar la bolsa en el camión guardarropa comienzo a calentar y a tomar contacto con los demás corredores. Un ambiente impresionante. Atletismo popular en estado puro. Casi 33.000 corredores dispuestos a disfrutar de una mañana de deporte. Un auténtico enjambre de corredores que convierten a esta prueba en una prueba de referencia en el ámbito internacional.

A las 9 de la mañana se dio la salida. El primer kilómetro atravesaba el impresionante puente Reichsbrücke. Cosa a destacar es que la organización de la carrera fue impecable y que desde el momento del pistoletazo de salida no se organiza el típico tapón de corredores sino que ya se podía correr con fluidez, cosa ideal si alguien va buscando hacer marca.

El recorrido era de perfil llano, combinando zonas verdes con el centro urbano por sus principales calles y avenidas. Los avituallamientos líquidos se efectuaban cada 5 kms., bien organizados y con las aglomeraciones lógicas por el elevado número de participantes. El público vienés ocupaba todas las aceras animando a los corredores con pancartas, banderas de distintos paises, con bocinas, campanas tirolesas y demás.

Los primeros 5 kilómetros salí fuerte, animado por la emoción del momento y por la ambientación. Según los datos del chip pasé por dicho punto kilométrico en 23:01. Posteriormente el sol apretaba y la temperatura iba en aumento. Esta circunstancia iba haciéndome mella en mi rendimiento y el recorrido comprendido entre el km 5 al 10 los realicé en 23:14. En esa zona, por el centro de la ciudad se situaban escenarios donde actuaban grupos de música étnica o ponían altavoces con música clásica.

Los puntos kilométricos del 10 al 15 se me hicieron eternos. Transcurría el recorrido por la Linke Wienzeile, la zona más populosa de Viena. Noté el bajón físico por el aumento del calor y del sol. Era la zona más urbana y más anodina, sin apenas vegetación que pudiera resguardar del calor. Para hacer ese trozo de carrera empleé dos segundos más que el trozo del kilómetro 5 a 10: 23:16. Y ya los últimos kilómetros de la carrera transcurrieron por la Mariahilffer Strasse, la avenida donde estaba ubicado mi hotel de alojamiento, una avenida comercial bastante larga llena de público dominguero y de familiares de corredores dispuestos a animarnos a todos nosotros. El hundimiento físico se hizo latente como lo demuestra que del km. 15 al 20 empleé un tiempo de 23:43.

Y de ahí a la meta en un último kilómetro que transcurría por la Babenbergerstrasse, lugar donde se ubica el Museo de Historia Natural, el Parque que alberga la estatua de Mozart y final en la Heldenplatz repleta de público con una marca final según el chip del corredor de 1:38:40. A todo esto, consultando la clasificación, decir que entraron en meta más de 9.300 corredores en la Media maratón y que yo quedé clasificado en el puesto 1061, dato éste que demuestra que el nivel medio de España es, de largo, mucho más competitivo que el de las carreras centroeuropeas. Se nota que el atletismo popular allí tiene visos de ser más lúdico mientras que el nuestro es más competitivo.

Bueno, bonita experiencia la de correr en el extranjero. Y odisea la del regreso a España, con el problema del cierre del espacio aéreo por el estallido del volcán islandés, aunque al final tuve suerte y pude volar en el horario y día previsto.

4 Comments:

Blogger Trapatroles said...

Enhorabuena por ese puesto y por disfrutar de Viena.
Ahora tendrás que volver a su Marathón.
Saludos

3:57 p. m.  
Blogger Rossimilio said...

Muchas gracias aunque si hago algún maratón yo quiero probar en otro sitio distinto.

10:55 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Emilio pareces Diego Tristán en la foto.XD

9:22 a. m.  
Blogger Rossimilio said...

Que va, Diego Tristán no tiene en un partido esa cara de sufrimiento que tengo yo. Es que yo corro más que los jurgolistas.

11:47 a. m.  

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