sábado, julio 14, 2007

Rajoy nos promete sentido común

Un saludo a tod@s ustedes.

Antes de irme a la playa quiero hacer una reflexión política al hilo de unas declaraciones realizadas en Cantabria por el Presidente del Partido Popular Mariano Rajoy.

Además de prometernos un período de normalidad, sensatez, moderación y sentido común si gana las Elecciones, cosa que espero pueda llevar a la práctica porque desde luego en la oposición hasta ahora su partido no ha sido un exponente de estos valores, nos ha prometido a todos los españoles una reforma de la Ley Electoral para "respetar la voluntad" de los votantes y garantizar que gobierne quien gane las elecciones". Rajoy señaló que, de esta forma, "se evitará que la gente se aleje cada vez más de la política", "porque si no, las personas normales" se preguntarán "para qué sirve" su voto. Recordó al respecto que "en un partido de fútbol gana quien mete más goles" y destacó que en las elecciones debe ocurrir igual".

Ante todo decir que su partido, al igual que todos los demás partidos democráticos, no tienen pudor alguno para reivindicar el gobierno de la lista más votada en instituciones cuando les conviene. Si por motivos de pactos electorales alcanzan el poder abrazan el credo del pacto como valor a defender en una democracia. No quiero ser contundente en este caso con Mariano Rajoy puesto que todos los partidos han caído alguna vez en este ejercicio de cinismo. Y en este caso la dirección del PP de Canarias o de Chiclana de la Frontera (Cádiz) no deben de estar muy de acuerdo con la propuesta de su presidente.

Lo que sí entiendo es que esa propuesta me parece una auténtica barbaridad. Así a bote pronto se me ocurre que puede ser un remedio peor que la enfermedad. No me imagino un Ayuntamiento con un alcalde o alcaldesa del PP porque así lo ha decidido la Ley Electoral y, sin embargo, con un Pleno Municipal de orientación ideológica distinta a la del Alcalde aprobando ordenanzas municipales o Leyes Autonómicas que después va a tener que gestionar y ejecutar este Alcalde o Presidente con su propia oposición. Creo que es una forma de ahondar en el desgobierno de las instituciones. Además no creo que alguien en su sano juicio consienta ser Alcalde para gestionar un programa político que no es el suyo y con el que ni siquiera se identifica con él.

Prefiero la solución actual de los pactos post-electorales porque al menos el candidato a la Alcaldía o Presidencia de Comunidad Autónoma, con luz y taquígrafos, presenta en una sesión de investidura pública un programa de gobierno que va a tener que ejecutar en los siguientes 4 años. Y se sabe que ese Alcalde o Presidente va a contar con una serie de apoyos políticos previamente comprometidos para poder cumplir con ese programa de gobierno.

La propuesta del PP de reformar la Ley Electoral en el sentido que proponen me parece insensata. Más les valdrían proponer ya de una puñetera vez el tema de las listas abiertas, a ver si poco a poco vamos mejorando la democracia en este país que, aunque goce de buena salud, el tema de las listas abiertas contribuiría a darle un poder de decisión aún mayor al electorado y relegar las decisiones de los aparatos de los partidos políticos a un segundo plano, de manera que la representación democrática en las instituciones sea más real y más del gusto del electorado.
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