Carrera Popular Carlos III Ruta del Sol - Ecija - 25 kms.
Un saludo a tod@s ustedes.
Dos días después de haber participado en la Carrera Popular Carlos III Ruta del Sol, de 25 kms. de recorrido y que comprendía los municipios de La Luisiana-Cañada Rosal-Écija, aun tengo las secuelas de la distancia en mis piernas. Ante todo tengo que decir que ésta ha sido la carrera popular más larga que he corrido hasta ahora.
El sábado partí en autobús desde Cádiz hasta Écija. Tras una pausa de una hora y media en la Estación del Prado de San Sebastián de Sevilla para desayunar, tomé el bus a las 10:00 de la mañana que me llevaba hasta Écija. Era un sábado bastante frío aunque soleado. Llegué a Écija y el siguiente paso era localizar la pensión que tenía apartada para hacer noche allí. Tras localizarla y llevarme la decepción (el sitio era cutrecillo, aunque para costar 24 euros tampoco se podía exigir más), dejé las maletas y me fui a conocer el pueblo. Impresionante Écija con sus casas-palacios y sus iglesias de época renacentista y barroca. Tras esta visita fui a almorzar a un centro comercial y luego tocaba pasar la tarde, que la aproveché para ir al cine a ver "No es tan fácil", una comedia que me resultó bastante entretenida.
Después, otro paseo por el pueblo y tras llegar la noche buscar un sitio para cenar. Con la temperatura tan gélida que hacía decidí prescindir de la pasta y tomar algo más contundente. Después de cenar, llegada a la Pensión y a pasar la noche en aquella habitación tan gélida y poco acondicionada, sin TV y con un aparato de aire acondicionado que por mucho que lo pusieras a 30º tampoco servía para calentar la habitación. La pena fue que antes de las Fiestas de Navidad los hoteles y hostales céntricos de Écija estaban ya reservados.
El domingo por la mañana me levanto y busco un lugar para desayunar. La gran ventaja de la Pensión es que me pillaba cerquísima de la línea de meta y del punto de salida para tomar los autobuses de la organización que nos desplazaban hasta el municipio sevillano de La Luisiana, lugar para tomar la salida.
Llego a La Luisiana y lo primero que me sorprende es el intenso frío que hacía allí. Recojo mi dorsal y me meto en un bar a resguardarme del frío. Después acudo al Pabellón Polideportivo para cambiarme de ropa y calentar evitando tener frío. Y diez minutos antes de la salida salgo del Pabellón, acudo al camión guardaropa para dejar mi maleta y ya dispuesto a tomar la salida.
Tras la salida decido tomarme la prueba como un rodaje de 25 kms. Paso de ir a ritmos elevados, entre otras cosas porque en la última semana había pillado el virus gaditano, el de la diarrea y los vómitos, que me hizo pegarme un parón inesperado en los entrenamientos. Así que me tomo los primeros kilómetros con bastante tranquilidad, disfrutando del paisaje y del entorno. Pasamos por la pedanía de El Campillo en el km. 4 y yo iba corriendo en la soledad de la carrera y evitando seguir a corredores y a grupos. La temperatura era cada vez más gélida (-2º llegaron a comentar) y tenía que hacer esfuerzos titánicos para que no se me enfriaran los brazos. Pasamos en el km. 9 por Cañada Rosal, y sorprendente que en una mañana tan fría el público estuviera tan animoso con nosotros.
A partir de ahí, 15 kms. de carretera hasta Écija, de los cuales 7 los hice metido en un grupo muy numeroso de corredores y que me sirvió para protegerme del incómodo viento frío que me pegaba en aquel lugar. A partir del km 18 comienzo a descolgarme del grupo y decido aguantar hasta la meta. Espectacular el recorrido por una carretera en la que solamente se divisaba paisaje y campo y, a partir del km. 22 comienza un descenso en el que se divisa por arte de magia la ciudad de Écjia con sus torres y campanarios. Entrada en Écija y recorrido urbano céntrico por calles adoquinadas y, al fin, llegada a meta con un tiempo final de 2:13:31, lo que suponía un promedio de 5:13 min./km.
Llegada a meta y entrega de un trofeo conmemorativo de mi participación en la prueba. Nos dieron una bolsa del corredor bastante generosa. Había un buen ambiente en el Pabellón Polideportivo donde nos concentraban a los corredores tras la carrera pero como comenzó a nevar decido irme rápidamente a la pensión a ducharme y almorzar en un buen restaurante llamado Hermanos de la Vega, con platos de cocina casera a precios asequibles. Y de ahí, regreso a Cádiz contemplando el paisaje nevado de aquel inusual domingo climatológico.
Dos días después de haber participado en la Carrera Popular Carlos III Ruta del Sol, de 25 kms. de recorrido y que comprendía los municipios de La Luisiana-Cañada Rosal-Écija, aun tengo las secuelas de la distancia en mis piernas. Ante todo tengo que decir que ésta ha sido la carrera popular más larga que he corrido hasta ahora.
El sábado partí en autobús desde Cádiz hasta Écija. Tras una pausa de una hora y media en la Estación del Prado de San Sebastián de Sevilla para desayunar, tomé el bus a las 10:00 de la mañana que me llevaba hasta Écija. Era un sábado bastante frío aunque soleado. Llegué a Écija y el siguiente paso era localizar la pensión que tenía apartada para hacer noche allí. Tras localizarla y llevarme la decepción (el sitio era cutrecillo, aunque para costar 24 euros tampoco se podía exigir más), dejé las maletas y me fui a conocer el pueblo. Impresionante Écija con sus casas-palacios y sus iglesias de época renacentista y barroca. Tras esta visita fui a almorzar a un centro comercial y luego tocaba pasar la tarde, que la aproveché para ir al cine a ver "No es tan fácil", una comedia que me resultó bastante entretenida.
Después, otro paseo por el pueblo y tras llegar la noche buscar un sitio para cenar. Con la temperatura tan gélida que hacía decidí prescindir de la pasta y tomar algo más contundente. Después de cenar, llegada a la Pensión y a pasar la noche en aquella habitación tan gélida y poco acondicionada, sin TV y con un aparato de aire acondicionado que por mucho que lo pusieras a 30º tampoco servía para calentar la habitación. La pena fue que antes de las Fiestas de Navidad los hoteles y hostales céntricos de Écija estaban ya reservados.
El domingo por la mañana me levanto y busco un lugar para desayunar. La gran ventaja de la Pensión es que me pillaba cerquísima de la línea de meta y del punto de salida para tomar los autobuses de la organización que nos desplazaban hasta el municipio sevillano de La Luisiana, lugar para tomar la salida.
Llego a La Luisiana y lo primero que me sorprende es el intenso frío que hacía allí. Recojo mi dorsal y me meto en un bar a resguardarme del frío. Después acudo al Pabellón Polideportivo para cambiarme de ropa y calentar evitando tener frío. Y diez minutos antes de la salida salgo del Pabellón, acudo al camión guardaropa para dejar mi maleta y ya dispuesto a tomar la salida.
Tras la salida decido tomarme la prueba como un rodaje de 25 kms. Paso de ir a ritmos elevados, entre otras cosas porque en la última semana había pillado el virus gaditano, el de la diarrea y los vómitos, que me hizo pegarme un parón inesperado en los entrenamientos. Así que me tomo los primeros kilómetros con bastante tranquilidad, disfrutando del paisaje y del entorno. Pasamos por la pedanía de El Campillo en el km. 4 y yo iba corriendo en la soledad de la carrera y evitando seguir a corredores y a grupos. La temperatura era cada vez más gélida (-2º llegaron a comentar) y tenía que hacer esfuerzos titánicos para que no se me enfriaran los brazos. Pasamos en el km. 9 por Cañada Rosal, y sorprendente que en una mañana tan fría el público estuviera tan animoso con nosotros.
A partir de ahí, 15 kms. de carretera hasta Écija, de los cuales 7 los hice metido en un grupo muy numeroso de corredores y que me sirvió para protegerme del incómodo viento frío que me pegaba en aquel lugar. A partir del km 18 comienzo a descolgarme del grupo y decido aguantar hasta la meta. Espectacular el recorrido por una carretera en la que solamente se divisaba paisaje y campo y, a partir del km. 22 comienza un descenso en el que se divisa por arte de magia la ciudad de Écjia con sus torres y campanarios. Entrada en Écija y recorrido urbano céntrico por calles adoquinadas y, al fin, llegada a meta con un tiempo final de 2:13:31, lo que suponía un promedio de 5:13 min./km.
Llegada a meta y entrega de un trofeo conmemorativo de mi participación en la prueba. Nos dieron una bolsa del corredor bastante generosa. Había un buen ambiente en el Pabellón Polideportivo donde nos concentraban a los corredores tras la carrera pero como comenzó a nevar decido irme rápidamente a la pensión a ducharme y almorzar en un buen restaurante llamado Hermanos de la Vega, con platos de cocina casera a precios asequibles. Y de ahí, regreso a Cádiz contemplando el paisaje nevado de aquel inusual domingo climatológico.
posted by Rossimilio at 10:57 a. m.
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