Huelga General del 29-S: reflexiones.
Un saludo a tod@s ustedes.
Aprovecho esta entrada en el blog para hacer una reflexión sobre la Huelga General del 29-S y que he reproducido en un conocido foro cadista.
Ayer leí en el Diario Público unas declaraciones de Luís García Montero en los que venía a decir (no cito textualmente) que de los principios de la Revolución Francesa de "libertad, igualdad y fraternidad" se había perdido la "fraternidad". La conclusión que saco de la huelga es coincidente con lo citado por Luís García Montero y que explica la crisis de la izquierda social y política. Vamos a una sociedad cada vez más individualista, en la que la gente lucha y se compromete por causas únicamente si le afectan a él. En junio asistimos a la bajada de sueldos de los funcionarios y me resultaba triste ver como curritos como yo, pero de la empresa privada, aplaudían la medida. Y ahora me entristece escuchar a compañeros míos funcionarios decir que no se sumaban a la huelga del 29-S porque "ésta no era su lucha, ni ésta era su huelga". En definitiva, estamos asistiendo a una pérdida de solidaridad colectiva.
La derecha social y los poderes económicos mundiales deben estar ahora mismo frotándose las manos. Una crisis que jamás de los jamases han provocado los trabajadores ni los funcionarios, ni los desempleados, ni los autónomos ni los pequeños empresarios, y sobre todo, quienes dependen de una nómina, han generado un debate interno y un conflicto entre la gente que estamos debajo de ellos. Nadie critica a los Bancos, a la Bolsa, a los especuladores financieros, a los constructores y promotores inmobiliarios que se dedicaron en época de bonanza económica a subir los precios de un bien básico como la vivienda a niveles cercanos al lujo. No, aquí nos peleamos si los culpables de la crisis son los rumanos que viven en poblados chabolistas, los inmigrantes que realizan trabajos que no quieren realizar los trabajadores españoles, los desempleados a los que se les amplía en una cuantía ridícula la prestación por desempleo, los que preciben pensiones no contributivas, los que acuden al médico de cabecera a pedir una receta, los que colapsan las urgencias, etc, etc. Si yo fuera Emilio Botín estaría frontándome las manos.
Vuelvo al tema del individualismo. No son tiempos de solidaridad colectiva. Eso lo ha entendido muy bien la socialdemocracia, que ha sabido entender y adaptarse a este cambio social que ha transformado todas las estructuras de las relaciones laborales, quedando el marco jurídico de estas relaciones laborales obsoleto. No tengo más que decir. Pero en mi punto de vista, una izquierda que renuncie a la solidaridad colectiva, al principio de "fraternidad" de la Revolución Francesa no es ni será mi izquierda. Ni entiendo el nuevo sindicalismo corporativo que mira únicamente por los intereses del colectivo a que defiende (funcionarios, pilotos de aviación, docentes, médicos, etc.). Cuando decidí militar en un sindicato de clase como CC.OO. lo hice pensando en apoyar a un sindicato que defienda a la clase trabajadora, sin distingos de profesión u oficio o empresa.
Podemos a partir de ahora generar un debate sobre el modelo de izquierda, el modelo de sindicalismo, el papel de los nuevos movimientos sociales en la transformación de la realidad, pero si cualquier cambio evolutivo que se haga en este modelo supone renunciar o arrinconar los principios de la solidaridad colectiva creo que como trabajadores perdemos todos.
Mis felicitaciones a aquellos/as compañeros/as que, pudiendo ejercer libremente su derecho a la huelga y compartiendo los objetivos de la huelga, han decidido hacerla.
La derecha social y los poderes económicos mundiales deben estar ahora mismo frotándose las manos. Una crisis que jamás de los jamases han provocado los trabajadores ni los funcionarios, ni los desempleados, ni los autónomos ni los pequeños empresarios, y sobre todo, quienes dependen de una nómina, han generado un debate interno y un conflicto entre la gente que estamos debajo de ellos. Nadie critica a los Bancos, a la Bolsa, a los especuladores financieros, a los constructores y promotores inmobiliarios que se dedicaron en época de bonanza económica a subir los precios de un bien básico como la vivienda a niveles cercanos al lujo. No, aquí nos peleamos si los culpables de la crisis son los rumanos que viven en poblados chabolistas, los inmigrantes que realizan trabajos que no quieren realizar los trabajadores españoles, los desempleados a los que se les amplía en una cuantía ridícula la prestación por desempleo, los que preciben pensiones no contributivas, los que acuden al médico de cabecera a pedir una receta, los que colapsan las urgencias, etc, etc. Si yo fuera Emilio Botín estaría frontándome las manos.
Vuelvo al tema del individualismo. No son tiempos de solidaridad colectiva. Eso lo ha entendido muy bien la socialdemocracia, que ha sabido entender y adaptarse a este cambio social que ha transformado todas las estructuras de las relaciones laborales, quedando el marco jurídico de estas relaciones laborales obsoleto. No tengo más que decir. Pero en mi punto de vista, una izquierda que renuncie a la solidaridad colectiva, al principio de "fraternidad" de la Revolución Francesa no es ni será mi izquierda. Ni entiendo el nuevo sindicalismo corporativo que mira únicamente por los intereses del colectivo a que defiende (funcionarios, pilotos de aviación, docentes, médicos, etc.). Cuando decidí militar en un sindicato de clase como CC.OO. lo hice pensando en apoyar a un sindicato que defienda a la clase trabajadora, sin distingos de profesión u oficio o empresa.
Podemos a partir de ahora generar un debate sobre el modelo de izquierda, el modelo de sindicalismo, el papel de los nuevos movimientos sociales en la transformación de la realidad, pero si cualquier cambio evolutivo que se haga en este modelo supone renunciar o arrinconar los principios de la solidaridad colectiva creo que como trabajadores perdemos todos.
Mis felicitaciones a aquellos/as compañeros/as que, pudiendo ejercer libremente su derecho a la huelga y compartiendo los objetivos de la huelga, han decidido hacerla.
P.D. Foto extraída de La Voz Digital correspondiente a la Manifestación de ayer 29-S.