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Un saludo a
tod@s ustedes.
En el día ayer estuve en la ciudad de los Califas para participar en la Media maratón de Córdoba. Fue la repetición de la participación en una prueba de la que el año pasado salí encantado y que este año pensaba repetir en participación, salvo que las lesiones o alguna circunstancia excepcional me impidera hacerlo.
Este año tenía la circunstancia de que no podía tomarme el fin de semana de manera lúdica-competitiva. La Junta de Andalucía decidió poner los exámenes del Cuerpo A2.1000 de acceso libre el sábado por la tarde en Sevilla y como decidí presentarme pues esto me obligaba a renunciar al sábado de paseo por las calles cordobesas y de visita por sus barrios y lugares monumentales. Este fin de semana tuve que pasar por Sevilla, examinarme y después tirar en autobús hasta Córdoba, llegar a las 12 de la noche, dormir en el Hotel elegido para la ocasión y madrugar el domingo para participar en dicha prueba.
El domingo por la mañana me levanté con un cierto cansancio, pero nada que fuera relevante. Quizás el principal obstáculo que encontré ayer para correr fue la llegada del General Invierno. A las 7:30 de la mañana me encontré una abundante lluvia que impregnaba las calles, patios y campos cordobeses. Deayuno en el Hotel y me dirijo hacia el lugar de la salida para recoger el dorsal. Llego, comienzo a calentar bajo la lluvia, teniendo que resguardarme en el túnel de vestuarios de la instalación deportiva. Allí haciendo movimientos para entrar en calor y preparar mis músculos para el esfuerzo.
A las 9:50 hrs. dejo la instalación y me dirijo hacia el arco de salida. Una lluvia torrencial me iba calando en el cuerpo. Estábamos todos los corredores empapados de agua y aguantando nunca mejor dicho el chaparrón y deseando ponerme en movimiento para quitarme de encima esa sensación incómoda de sentirme calado. A las 10 de la mañana dan el pistoletazo de salida y desde el comienzo de carrera las sensaciones no eran buenas. Me notaba muscularmente frío, sin sensaciones de carrera y bastante agarrotado. Decido no apretar y tomarme los primeros kilómetros bajo el aguacero cordobés de manera tranquila, en la búsqueda de las sensaciones de carrera. Los primeros 7 kilómetros los paso en 32 minutos y los 10 primeros kilómetros los paso en 48 minutos. A partir de ese momento decido apretar un poco e ir tomando posiciones algo más delanteras, coincidiendo con el momento en el que la carrera comienza a ir en perfil ascendente.
La lluvia nos abandonó un pequeño ratito para volver nuevamente más tarde pero me sirve ese momento para recuperar sensaciones y comenzar a apretar el ritmo. Empiezo a ir a tope pero noto que los músculos no terminan de calentar del todo. Además, en el kilómetro 14, en la Avenida del Brillante veo a un corredor tirado en la acera, atendido por miembros de la Cruz Roja por hipotermia -supongo- y no dejo de abandonar la idea de que es aventurado en esas condiciones hacer un sobreesfuerzo en un día tan adverso. Pero sigo apretando fuerte y la última fase de la carrera, en terreno descendente, la hago fuerte de sensaciones. Los últimos 2 kilómetros pago el esfuerzo, pero más en el plano psicológico que físico, por el rodeo que hay que hacer a la instalación deportiva donde se finaliza la carrera. Mis piernas ya no me transmitían sensaciones y ya decido que lo que hay que hacer es llegar a meta, cosa que hago con gran esfuerzo por mi parte con un tiempo final de 1:38:17. La marca no me deja contento ni satisfecho pero creo que para como estaba el día y todo lo que tuvimos que sufrir bajo el chaparrón cordobés yo me sentía satisfecho de haber cruzado la línea de meta.
Las sensaciones de todos los corredores era compartida. Nadie de los que hablé cumplió con su objetivo de marca pero creo que, pese a eso, los que nos pusimos ayer en la línea de salida éramos auténticos valientes por correr en un día con una climatología tan dura, y los que cruzábamos la línea de meta entrando en la pista de atletismo cordobesa nos sentíamos auténticos héroes. Desde luego, esta experiencia la voy a tener retenida en mi memoria durante muchos años.
Un saludo a
tod@s ustedes.